sábado, 6 de diciembre de 2008

CULTURA / LOS TESOROS DEL CAMPO DE SAN FRANCISCO EN OVIEDO .-

 

 

 

 
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Para los ovetenses el Campo de San Francisco, es sencilla y cordialmente EL CAMPO, para las personas que no han nacido en la Capital y sin embargo aquí habitan por muy diversas razones y circunstancias cuando hablan del Campo, siempre utilizan los términos PARQUE de San Francisco, para ellos es el PARQUE, que curioso y que sencillo de comprobación, haga una encuesta entre sus amistades y la respuesta sobre la marcha. Pero para todos el Campo de San Francisco es otro de los Tesoros de Oviedo, jardin para todos, lugar de encuentro, de recreo, de paseo, de juegos, de amoríos, un auténtico lugar feliz en la Ciudad.

Por la última década del pasado Siglo, alrededor del año 1995 el escritor ovetense y querido amigo, Adolfo Casaprima, que también es editor, ha publicado uno de los libros mas importantes de la Historia de ésta Ciudad, además exclusivamente dedicado al Campo de San Francisco, mas de 300 páginas en gran formato, buena encuadernación con caja incluida y que para que no le faltara de nada se titula ni mas ni menos: "EL CAMPO DE LOS HOMBRES BUENOS"- HISTORIA DEL PARQUE DE SAN FRANCISCO DE OVIEDO. Libro que probablemente está agotado en las librerias pero tan interesante, tan origional, tan estudiado, tan completo.....tan, tan, tan....que es el libro perfecto para regalar a cualquier persona que quiera, solamente un poco, a ésta bella Ciudad de Oviedo,tan necesitada de auténtica promoción y buen marketing, para contrarestrar por otra parte la bastante bien dotada y exhibida, colección de "flautistas", "cantantes" y "vendedores de humos"....es decir mentirosos y chapuceros, que sencillamente son la otra cara de la moneda, la que vale mas no mirar.

Conocer el Campo es muy sencillo, aunque Adolfo tiene toda la razón en la necesidad de ser "HOMBRE BUENO"......para "ver" todo lo que la naturaleza y la inteligencia humana es capaz de hacer en beneficio de los demás. Muchas personas pasarán cada dia por alguno de sus paseos, como verdaderos autómatas, sin ver nada en cualquier momento del dia o Estación del año, porque las Estaciones en el Campo se notan con los cinco sentidos, es fascinante la combinación de árboles, arbustos, coniferas, caducifolias, palmeras, con plantas verdes, floribundas, acuaticas, etc., etc., cada una tiene su momento de esplendor que llega durante todo el año, precisamente hace unos dias el verdadero placer ha consistido en contemplar los prados del Campo llenos de hojas, estaban totalmente marrones, procedentes de los árboles de hoja caduca que los fuertes frios del momento han desnudado bruscamente, eran el paisaje mas romántico y agradable de la Ciudad todavía sin sus adornos y luces navideñas en funcionamiento, pero auténtico preludio de las próximas Navidades.

Los árboles del campo son los mayores testigos mudos de la Historia de la Ciudad, arboles enormes algunos, sobrios y poderosos otros, por ejemplo el árbol más antiguo del Campo, un poderoso, grueso que no vigoroso, ROBLE, está situado debajo del Kiosko de la Música y al lado del edifio de La Granja, tiene más de 500 años....casi nada. Pero con todo, ninguno de los actuales ejemplares existía cuando por el Campo ha pasado San Francisco de Asís, acompañado de Fray Pedro Compadre, camino de Santiago de Compostela en los primeros años del Siglo XIII. Está documentado que la llegada de los Franciscanos a Oviedo puede situarse entre los años 1214 y 1240.Pero ni el Convento de San Francisco ha estado nunca en el Campo, ni el mismo Campo ha sido nunca la Huerta del Convento como algunos suponen; aunque los linderos del Campo han ido cambiando con los siglos, en algunos años sus linderos o perímetro ha llegado hasta las actuales calles de las Dueñas, Milicias o Pelayo, la verdadera esplendidez y relevancia como área de recreo social la comienza a adquirir por los años 1846- 1871 en que la Universidad de Oviedo, establece en su espacio un jardin Botánico, posteriormente abandonado pero provisto de especies singulares, alguna de las cuales, especialmente las Sequoias americanas, al dia de hoy permanecen y revalorizan un espacio verde tan singular.

El Campo ha sido historicamente lugar de encuentro en donde se administra Justicia, se celebraba el Mercado, se actualiza el Censo, se da de comer a los pobres, o se efectuan maniobras militares, se celebraron festejos organizados por la Cofradia de la Balesquida, el martes de Campo, mas tarde aparecen en el Campo las mimas Fiestas de San Mateo....y en él tendrán lugar los principales episodios de la revolución popular de 1808 en Oviedo.

El Campo sigue evolucionando, se construye el Pabellón o Salón del Bombé, los surtidores ornamentales de la Fuentona, la Fuente de las Ranas, la del Caracol, en el XIX se moderniza su trazado con la formación de Paseos y Avenidas,el Paseo del Bombé, el Paseo de los Alamos, llamado en su época de "los Melancólicos", se levanta el Quiosco de la Música, se proyecta la calle de Uria (1868- 1874). con el derribo del CARBAYÓN en el año 1879; se abre la calle de Toreno, M. de pidal, Gil de Jaz...y queda el Campo estructurado para siempre, como espacio entrañable, e inamovible para siempre para todos los ovetenses e incluso para todos los asturianos que iniciaban su primer contacto por la parte alta con el famoso Paseo de los Curas,no de casualidad su nombre mas bien resultado del paisaje que ofrecían sus principales susuarios, seguimos bajando por la "cuesta de la Fuentona" hacia el Paseo de la Herradura que con el puesto de "la Chucha", próximo a la Fuente del Caracol y también de camino de la llamada Fuente del Angelín, al lado y comienzo de otro paseo que con árboles centenarios marcaba sendero hasta el tradicional estanque de los Patos, porque en el Campo además de diversos ánades, incluso Cisnes, existen ardillas y Pavos Reales y han existido en épocas Ciervos, Venados y hasta una pareja de osos Petra y Perico , de fama internacional y sacrificada vida de cautiverio.

En los últimos años el Campo está mucho más cuidado, con una buena iluminación y cuidada jardineria, han hecho reverdecer espacios y zonas un tanto abandonadas en los últimos tiempos, flores y arbustos comienzan a recuperar espacios en detrimento de algunos árboles, árboles centenarios que al menor síntoma de deterioro, la motosierra voraz elimina sin descanso ni tregua, quizás deberían de tener mas cuidado con tanta cirugía, son modas como en casi todo en nuestra vida que no tienen vuelta atrás, y así se están perdiendo algunos ejemplares verdaderamente espectaculares. EL CAMPO EXIGE MUCHO AMOR Y MUCHO RESPETO.

Para finalizar quisiera recordar dos textos del Libro de Adolfo Casaprima, relacionados en el primer capítulo de su inolvidable y excepcional libro, La Leyenda del Raitán y la de la Carta de San Francisco, como motivaciones románticas y muy ovetenses que D. Martin Gonzalez del Valle, Barón de Grado, cita en el Prólogo de "El Campo de los Hombres Buenos", y unirme a su petición de crear un grupo escultórico que sirviera para potenciar el Campo, y conseguir la máxima exaltación y rejuvenecimiento de unos espacios tan singulares para todos los CARBAYONES.
¡¡¡¡NOS VEMOS EN EL BOMBÉ!!!!!.

Las fotografias recogen algunos ejemplares de árboles existentes en nuestro Campo, entre los cuales destaca el árbol mas antiguo El Roble del Paseo de la Herradura, próximo al edificio de La Granja, también la copa de una Sequoia americana, y una gigantesca conifera situada próxima a la calle de Santa Cruz, la cuarta corresponde al tronco centenario de un enorme Platano de indias; curiosamente el árbol mas abundante en el Campo de San Francisco es el Castaño de Indias.

1 comentario:

Tony dijo...

A mi el Campo De San Francisco es un lugar que me encanta. No hay vez que vaya a oviedo y no caiga un paseo por el mismo.

Me encanta ...